Tu voz de nuevo desato la pasion de tenernos, de ubicar el limite material y expader las dimensiones de nuestro amor, he vuelto a reconquistar la mujer que se apodera de mi voluntad y que se entrega cada vez que te ve.Arde como tal hoguera en invierno, ahoga tu fuego dentro de mi cuerpo, vive y derrite tu delirio de ser tu mujer, consumeme en delicia nocturna, agitame en pausas de ansiedad y de placer, vierte y entrega tu pasion a el corazón que te mantiene radiante y calida sobre mi, alma que me intimida estar y descubrir algo en soledad contigo, pero no me inquieta que hara en cuatro paredes la exitacion, si no que hare sin que ya no este eso que me hace senitr mas mujer, dentro de caricias similares y completas a las mias, recibidas como bendiciones a mis manos y la lujuria en mi pensar, plasmando en la imaginacion el fervor fisico y humedo de vuestros cuerpos.
No puedo olvidar ese instante, en que la miel figurando vuestra dulzura surgio de mi boca hasta lo apacible y primavera de tu cuello, deslizandose como cual brisa en ti, profundo y eterno mar, redondeando y resaltando tu pecho, cayendo como una tranquila y hermosa cascada que goteaba en mi deseo, con la locura de beber del minuto antes del apogeo de vuestra intension, culminando en la parte inferior de tu piel, la delicia frutal que me guarda y ofrece tu alma, mientras que el mio sigue amargo como toda noche sin ti y tu conquista, la respiracion del gemir sobre mi espalda.
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