Vamos a dormir en la cúspide de mi adicción
tomemos un delicioso café de nuestras tazas pretenciosas,
dame besos que te agradezca por el sabor,
veamos las gotas desaparecer en el asfalto
y déjame ver como mi mirada desaparece en la tuya.
Se voluntaria de mi locura,
di que si a mis preguntas,
tocare el piano en tus brazos,
te pintare la vida en un abrazo,
y cometeré la locura de decirte
que te quedes para siempre.
Comamos un panque recién horneado,
consumamos la suavidad de otro objeto
que no sea nuestra piel,
tu seras la azúcar que se adhiera a mi rostro,
del cual yo disfrutare retirar con mi lengua
que no se cansa de recitarte la poesía
que invento cuando era niña,
tonta y soñadora.
Así que prepara tu mente
que reiremos de la vida toda la noche,
aquella que nos hizo llorar
y encontrarnos.
No estoy enamorada,
solo busco una forma de que me recuerdes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario