Ven maúlla cerca de mi corazón,
deja una pequeña huellita en este
añejo espíritu
que se ha obsesionado con mirar tu
boquita al alimentarse
de mi cuidado y cariño,
ven y no me permitas dormir
obligame a amarte,
obligame a jamas olvidarte.
Quiero sentir tu maduro ronroneo
satisfacer el ajuste sonoro del ambiente,
quiero que pertenezca al dulce sonido de la noche,
que tu llanto corrompa el silencio
para llamarme a gritos suaves,
decirme que me necesitas
incluso mas allá de la vida misma.
Ahora no has alcanzado a abrir tus ojos
para conocerme,
que me mires con esa dedicación
que yo invertía en ese deleite
de verte tan frágil,
sostener tu alma y saber que yo era parte de ella,
mi pequeña panterita
nadie me volverá a llenar
de necesidad como tu.
Te espero en un próximo sueño
para verte ya grande
y aun pidiéndome que te acompañe
a mirar la noche y su misterio,
que me pidas que te sostenga en mi mano
y te acaricie como aquella vez
que mi tacto se enamoro de ti.
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