Mi voz es el canto de las palabras que emite un sentimiento filosófico, no llevado por el rojo y palpitante corazón, si no por la experiencia de querer que me quieras, y necesitar ese punto de partida para llegar al equilibrio que todo ser necesita para visualizar encuentros, que te pertenezcan o le pertenezcan al mundo, pero lo mejor que tu eres parte de esa reunión de lazos de hermandad, de astros conformando universos para protegernos de noche, para ser parte del entorno y la atmósfera que ahora nos cubre en relatos soñadores, de canciones tristes y comprometedoras, de piel y sensaciones que se entregan, que se abrazan y se olvidan, la fuerte pesadilla de nacer y saber que toda tu vida estarás solo(a) en busca de algo que no te hace falta, pero que la publicidad de películas te impone desear. Somos el deseo de invertir el tiempo en cuestiones y pensares, de preguntas que tienen una respuesta cruel, con la que tenemos que vivir y respirar de sus trozos de fracaso, con su cucharada de miel de azucaradas ideas de abejas, pero en fin y al cabo, terminas queriendo a otro ser sin motivo, al cual le llamas amiga, compañera, Tù! gracias por confiar en la razón que me trajo aquí a la misma ciudad que tu, jamas te quise decepcionar, ni hacerte llorar, yo solo te quise acompañar hasta el fin de lo que llamamos dia a cada ciclo de tiempo. El ahora y el nunca! Quiéreme porque mis palabras son profundas y mi amistad infinita y no encuentro una manera mas corta de expresarlo.
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