Tu sentada a la orilla de mi mente,
te resbalas seduciendo el exterior de mi piel,
te detienes, me acaricias por ultima vez
y te duermes en mi lengua
bostezando recuerdos
y bebiendo de mi aire.
Te envuelves en trozos de detalles
y palabras poco pronunciadas,
te gusta el Te amo y lo tomas de almohada,
y aunque tus parpados se columpian en sueños,
sigues recogiendo las hojas que perdí en el camino,
y formas el árbol de la semilla
que sembré del amor
cuando aun no sabia que existía
un sentimiento que conformara dos géneros.
Espérame que yo esperare
en soñarte mas de un día
y conservarte una eternidad.
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